La tradición de Pikillacta
Hay una tradición muy vieja que Alfonsina Barrionuevo
resume diciendo que una vez una princesa bonita nombrada Qori T'ika (Flor
Dorada) vivió en este sitio que no tenía agua y sus campos simplemente
florecían en la estación lluviosa; cuando era ya mayor de edad quiso ayudar a
su gente y decidió ofrecer su amor a quien pueda conseguir el agua para Pikillaqta.
La
oferta fue respondida por tres jóvenes príncipes: Paukar que era Qolla
("Qollao" o Altiplano), Tuyasta que era Canchino (provincia de
Canchis) y Sunqo Rumi que era Quechua.
El primero acostumbrado a las altitudes
construyo un acueducto en las montañas y el agua no podía llegar a la ciudad.
El segundo un hombre de la región baja construyo un acueducto que rodeaba las
faldas montañescas no pudo cumplir con testamento de la princesa.
El Cusqueño,
nacido a media altitud hizo un gran trabajo de ingeniería hidráulica y cumplio
con el pedido dando agua para la ciudad, y así conquisto el amor de Qori T'ika.
Hoy, es posible ver por el medio de la montaña opuesta (al otro lado de la
laguna y al lado oriental del pueblo del Lucre), dos línea paralelas
horizontales que son dos de los tres acueductos construido por el cusqueño.
Sólo el canal superior de esos dos cauces llegó hasta Pikillaqta, recorriendo
aproximadamente 10 Km. (6.2 millas).
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